jueves, 28 de octubre de 2010

Pascuala, indígena cucapá

BAJO EL SOL DE MEXICALI

YOLANDA SANCHEZ OGAS

Conocí a Pascuala Saínz Domínguez en la década de los años 80 del siglo pasado, era entonces alta, delgada, garbosa, con una prestancia que la hacía digna representante de su etnia. Hablante de cucapá, no habló nunca con fluidez el español, pero sus relatos estaban siempre salpicados de un lenguaje ameno y divertido. Escucharla aumentó mi interés en el conocimiento del grupo cucapá.

Así era y así murió Pascuala, porque en mi última visita, acompañada de un grupo de estudiantes del taller de Historia de la Casa de la cultura, este 4 de abril, ella conservaba su chispeante forma de ser, su alegría. A pesar de su edad y quien sabe que enfermedades que enemiga de médicos y medicinas, poco comentaba y menos se quejaba. Compartimos esa mañana con ella, contó sus recuerdos invaluables, porque corresponden a una época que ningún otro cucapá vivió.

“Mi apá, mi amá, mi hermana Anita, todos se murieron, ni una hermana queda, ni primos ni tíos, todos se murieron, fíjate, yo soy una pobre sola”

Pascuala nació en 1917 y era la última de una generación, vivió toda su vida en la misma casa, a un lado de WI-JMU, el cerro de Los Metates, donde vivieron también sus padres, Manuela Domínguez Tambo y Ramón Sáinz. Allí en ese terreno, en el kilómetro 53 y medio de la carretera Mexicali-San Felipe.

“Aquí vivimos nosotros con mi apá, se murió mi apá y aquí se quedó mi amá y aquí se murió también. Mi apá era indio de la sierra, era pai pai mestizo, su mamá se llamaba Teresa. Mi amá iba a la sierra a pizcar piñones y allá lo conoció, se enamoró y después mi apá vino y la pidió a mis abuelitos, Cipriano Domínguez y Esperanza Tambo. Mi abuelita era cucapá pura, de padre y madre.

A mi abuela de la sierra no la conocí, apenas con trabajos nací aquí. Iba a la sierra a visitar a mi tía Lola, pero yo ya no corté piñón, eso lo hacían antes, los indios antiguos. Yo cuando estaba chiquita trabajaba ayudando a hermanas, juntando leña, vendiendo, pizcando una rama que se llama fribora, que tenía muchos ejotes, vendíamos montones a $1.50. comprábamos comida con eso, la comida valía 10 centavos antiguamente.

Nosotros comíamos frijol, trigo, sacando pescado, metíamos anzuelo y sacábamos pescadones grandes, mi apá, mi amá, mis hermanos pescaban allá a un lado de Cerro Prieto. A veces mataban venado, mataban cochis, había aquí cochis de monte, salvajes y muy bravos. A mi apá una vez en una yegua andaba cazando y lo correteó cochi y lo cortó, lo partió, tenían unos colmillos muy grandes.

Yo andaba mucho a caballo, mis hermanas -como son malas- cuando tenía como trece años me subieron caballo blanco, amarraban mecate y el caballo se caía y yo junto con él. Andaba vaquereando nomás -como son malas- me amarraron mecate en caballo bronco, bronco, me amarraron y caballo se enojó y dejó caer. Me amarraron para que no me cayera, pero caballo enojado se dejó caer adrede y cayó arriba de mí.

Después ya sabía y andaba vaquereando ganado, nunca supe de quien era porque nunca me metí a preguntar, cuando estaban hablando la gente mayor me corrían, decían vete a jugar allá y me tengo que ir, porque si no me iba, mi apá me pegaba unos reatazos. Cuando era niña usaba unos vestidos cortos, mi hermana Ana también. Vestíamos como toda la gente. Mi amá traía vestidos largos, ya cuando la conocí traía vestido largo, largo, mi tía Mariana también.

Mi tía Mariana vivía donde dicen colonia Mariana, primero mi tía también pescaba, mataba conejos, pero ya después tenía mucho ganado, cuando éramos grandes nosotros. Los vaqueros llegabaní a vender y comprar. La gente iba allí a comprar carne de vacas que mataba, les vendía a los soldados, aquí vivían soldados, a un lado del Mayor, ellos venían a comprar, vendía carne barata, una vaca grande vale nomás cinco pesos. Era muy mentada la tía Mariana, por eso esa colonia se llama Mariana”.

A punto de cumplir 87 años se apagó la vida de Pascuala. El 14 de abril de 1904, se acabó una generación cucapá y junto con ella una historia, la historia de Pascuala, poseedora de conocimientos únicos e irrepetibles. Recibió el ceremonial tradicional de la étnia durante el servicio de velación, cuando tres cantantes de Somerton, Arizona, desde la una y media de la madrugada hasta el amanecer, cantaron las 300 canciones que Pascuala necesitaba para guiarla a encontrar su verdadero hogar, pues según la tradición cucapá, el hogar de la vida terrena nunca es el verdadero.

Fue sepultada en el panteón de El Meganito. A diferencia de los cucapá de Somerton, Arizona y Poza de Arvizu, Sonora, los cucapá de Baja California ya no incineran a sus difuntos. En el caso de Pascuala fue bueno que no lo hicieran, porque alguna vez me dijo, que a ella no le gustaba la cremación:

“A mí no me tocó ver, pero mi mamá me platicaba que ponían al muerto sobre unos troncos y lo cubrían con varitas delgadas y después con leña gruesa, hasta que formaban un cerrito; luego varios hombres al mismo tiempo le prendían lumbre para que los leños ardieran parejo. Todos tenían que estar allí viendo. Era muy feo porque la grasa tronaba cuando estaba ardiendo”




Publicado en el periódico La Crónica de Baja California el 19 de abril de 2004

10 comentarios:

  1. Una lástima que este tipo de relatos e historias, no sean más difundidas, felicidades por el esfuerzo.

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  2. Ella es mi bisabuela y es un orgullo recordarla y escuchar estos relatos me llena aun mas de orgullo que bueno que hayan tenido el tiempo de tratarla ella siempre muy fuerte y con su hablado golpeado y bromeante saludos

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  3. Ella es mi bisabuela y es un orgullo recordarla y escuchar estos relatos me llena aun mas de orgullo que bueno que hayan tenido el tiempo de tratarla ella siempre muy fuerte y con su hablado golpeado y bromeante saludos

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  4. Oh dios mio esta es mi visabuela , me toco conocerla y convivir mucho con ella. Me gusto mucho este reportaje.

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  5. Oh dios mio esta es mi visabuela , me toco conocerla y convivir mucho con ella. Me gusto mucho este reportaje.

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    Respuestas
    1. De quienes son hijos ustedes, Ella es mi abuela,

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    2. Soy hijo de Imelda Navarro .. mi abuelo era Esteban navarro

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